Todos aquellos que sigáis mi blog sabréis lo
en contra que estoy con la fiebre del móvil grande. Creo que no me van a hacer
bajar del burro al afirmar que el tamaño máximo ideal son las 5” con marco
fino, es decir sin apenas marco, y con botonera fuera de la pantalla, nada de
incluir botones en la pantalla que lo único que hacen es reducir el tamaño y
molestar. Como bien sabréis ese tamaño cada vez se está elevando más por parte
de los fabricantes. Podríamos especular sobre los motivos que hay para hacerlos
cada vez más grande, y seguramente todas las hipótesis nos llevarían al mismo
resultado, son más rentables para los fabricantes.
Recientemente y con la aparición del iPhone
6 Plus ya hemos empezado a ver noticias que hacían referencia a la
deformación del mismo pasados pocos días de uso, sinceramente no sé hasta qué
punto es bulo o cierto, viendo videos de personas doblando el teléfono y viendo
como éste cede, es muy creíble, pero el resultado de esos móviles me da igual,
el mensaje que llevan es el que me interesa. Un teléfono grande solo trae
problemas. Entiendo que para ejecutivos o personas que requieran de teléfonos
grandes por trabajo sean mejores, pero el problema es que se le está vendiendo
al usuario un estándar que para nada es bueno.
Habéis visto a alguna persona que tenga un
teléfono de x pulgadas, que al siguiente terminal coja uno más pequeño?,
seguramente la respuesta es que no, y no lo hacen porque la vista y las manos
se acostumbran a un teléfono más grande. La dependencia que tenemos del teléfono,
el uso excesivo que hacemos de él, hace que nuestro cuerpo se adapte a
pantallas cada vez mayores y que pasar a una menor se convierta en un problema.
Yo personalmente lo he comprobado y con tamaños irrisorios, he intentado usar
un teléfono de 4,5” cuando mi teléfono habitual es de 4,7”, y el resultado es
malo. No me adapto, escribir y hacer uso de él me cuesta mucho y eso es por la
dependencia de la cual os hablo.
Si nos ponemos a analizar que suponen
pantallas grandes, vemos que la mayoría de características son malas, primero
de todo los consumos son mucho más elevados, y hay que tener en cuenta que los
fabricantes no mejoran ese aspecto, se mejoran todos los puntos pero las
baterías siguen siendo un lastre. Otro aspecto a tener en cuenta es la
manipulación, Steve Jobs tenía su formato de 4” como estándar mientras los demás aumentaban
el tamaño, el motivo principal era porque con ese tamaño, se podía hacer uso
del dispositivo con una sola mano y llegar a todos los rincones sin problemas.
Ese formato ha quedado obsoleto, incluso él ya sabía que era una guerra
perdida, pero aumentar el tamaño a 5,5 o 5,7 incluso a mas creo que es malo
para el uso incluso con dos manos. Por ultimo hay que tener en cuenta la
resolución, no es lo mismo 1920x1024 en un teléfono de 4,5” que en uno de 5,7”.
Cierto es que la diferencia no debería ser determinante, pero hay que tenerlo
en cuenta.
Con todo esto lo que intento es que no os
engañen con los tamaños, los fabricantes tienden a aumentar el tamaño porque de
esa manera las pantallas son más vulnerables ante caídas, cosa que hace que
inviertas más dinero en reparaciones o sustitución, y porque con ese estándar
agrupan a todos los gremios, para nada piensan que ese tamaño sea el mejor,
simplemente nos intentan vender un estándar que les conviene a ellos. Por todo
ello, y sabiendo que es una guerra perdida, espero que no os den gato por
liebre y que no aceptéis como ideal teléfonos superiores a 5”.
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