Samsung y la cruda realidad. La empresa sigue en caída libre.

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No voy a hacer leña del árbol caído, aunque podría y me encantaría puesto que Samsung se está encontrando con lo que ha sembrado. Ni mas ni menos, ya pueden buscar estrategias comerciales, y mil historias que sus números nunca van a volver a ser lo que fueron. Será por karma, o porque la gente no es tonta del todo, pero los resultados interanuales lo dejan claro, los beneficios de la empresa sur Koreana ha caído un 37,5% en el segundo trimestre del año, y como otras veces he dicho y que podría obviar, esto no quiere decir que tengan perdidas, cuidado, quiere decir que respecto a los beneficios del año anterior han bajado, pero siguen siendo positivos. 

Ante esta situación, los dirigentes de la compañía han decidido tomar nuevamente cartas en el asunto y en breve van a rebajar el precio de sus terminales estrella, el S6 y Edge, para intentar remontar el vuelo. Ante esta decisión, los analistas ya se han adelantado, y pese a que se augura un aumento en las ventas, dejan claro que no va a ser suficiente para maquillar los números. Esta reducción del precio de sus productos estrella viene en parte porque su máximo competidor lanzará nuevo terminal, con lo cual el desastre puede ser mayúsculo. El principal problema con el que se están encontrando es la falta de lealtad de los consumidores, que sin embargo si que tienen por otras marcas.

Esto sin lugar a dudas tiene gran parte de la culpa los teléfonos low cost, que están destrozando (y merecidamente) el mercado de las grandes marcas hasta el punto de que Samsung ya está por detrás de Apple, Xiaomi y Huawei en el mercado chino. Sin lugar a dudas un problema serio puesto que si en ese mercado no tienen sitio destacado, es un buen barómetro para ver que algo no va bien. Han pasado de dominar sin problemas ese mercado, a pelear con Apple por el primer puesto, a ver como Xiaomi les paraba a los dos la mano por la cara, y ahora a estar peleando con Huawei por el tercer puesto, cosa que sin animo de ofender, tiene que ser una vergüenza para la empresa.

Así pues, los beneficios de la división móvil de la compañía se situaron en 2160 millones de euros. En todo este asunto hay una noticia positiva para la compañía, y es que la venta de chips ha subido un 85%, cifra que se va a ver incrementada notablemente después de saber que van a ser los encargados de dotar al nuevo iPhone del chip A9. Curioso que su máximo rival comercial, sea el que tenga en su corazón la firma de la compañía rival y enemiga. El mundo tecnológico nunca nos va a dejar de sorprender. Esto presenta un panorama diferente, donde Samsung va a tener que asumir que ya no tiene el papel dominador y que se tendrá que conformar con ser uno mas, pelear por hacer grandes productos, y conseguir posicionarse con otras partes del teléfono al frente de la producción, como en los chips que lo están haciendo bastante bien. 

Como han pasado de ser dominadores absolutos a ser una más? Esa pregunta es la que os haréis muchos de vosotros. Hasta hace relativamente poco, y seguramente todavía lo es o por lo pelos, Samsung tenía un dominio tan absoluto de Android, que las ventas que hacían ellos era mayor que incluso el resto juntas. A dia de hoy eso ya no es así, y si buscamos un culpable claramente el mercado de importación es el culpable. Varias son las marcas que se han sabido posicionar y que a dia de hoy le han ganado terreno. Si buscamos un nombre, ese es Xiaomi, el que mejor ha sabido situarse y teniendo en cuenta que no se vende a nivel internacional, hay que decir que la cosa todavía irá a peor, porque en los planes de expansión de la compañía está el vender a nivel internacional, y eso significará la puntilla para Samsung, que con la estrategia de cobrarle al usuario casi el triple del coste de producción de los terminales, pues se encuentra con que empresas como Xiaomi, que no aumentan ni la mitad, ganen adeptos. Así que los números que van bajando, todavía lo van a hacer mas, puesto que muchas de las empresas low cost empiezan a vender a nivel internacional, y eso es malo para ellos. Veremos como termina la cosa, pero es evidente que van a tener que cambiar de chip y asumir que esos años de bonanza se han acabado. La burbuja en la que estaban sumidos se ha reventado y ahora hay que reinventarse.